Éxito para perdedores levanta acta de ese tobogán de éxito, fracaso y nuevo éxito internacional, en una historia que Cantolla ha vivido en primera persona. El relato se nutre de la pericia narrativa y gráfica de Juan Díaz-Faes y resulta tan entretenido –salpimentado a base de anécdotas, emociones y drama–, como didáctico –en la medida en que supone un valioso documento de cómo funciona el mundo de la empresa–.